La
corteza motora primaria, también denominada corteza agranular o M1, es la
región cerebral que conecta con las motoneuronas y hace que los músculos se
muevan. En ella nace la vía piramidal, que proyecta principalmente sobre la
parte del cuerpo contralateral.
Para
ejecutar movimientos con precisión no es suficiente con mandar la orden motora a
los músculos. Una vez decidida la acción que queremos ejecutar, es necesaria la
selección de los movimientos adecuados, la planificación de la secuencia de los
músculos correspondientes. El área
motora suplementaria (AMS) se ha relacionado con la preparación, selección del
movimiento y la decisión de empezar el movimiento en respuesta a las
contingencias externas y a la motivación del sujeto. Esta área desempeña un
papel importante en la organización de secuencias de movimientos complejos, y
se relaciona con la codificación de la aparición de eventos motores
relacionados con cambios del contexto en el entorno. La porción anterior del
AMS sería el punto donde se transmitiría información de áreas límbicas y
prefrontales a otras áreas motoras. Estudios
de neuroimagen muestran que el AMS también está relacionada con la
planificación de movimientos bimanuales.
La
corteza premotora está situada justo delante de la corteza motora primaria, a
la que envía órdenes. Estudios
con registros unicelulares en la corteza del primate han mostrado como la región
ventral de la corteza premotora contiene neuronas que disparan durante la
ejecución de acciones específicas como hacer la pinza o rasgar un trozo de
papel. Estos resultados sugieren que en la corteza premotora podría hallarse
la base de un mecanismo donde se representan algunas acciones básicas. Otros
estudios han mostrado actividad en la corteza premotora durante la observación
de acciones, similar a la que encontramos durante la ejecución de las mismas. A ésta área, junto con otras regiones parietales también
relacionadas con la ejecución y observación, se les ha denominado sistema
espejo. La mera observación del acto motor permite el acceso a toda la información
relacionada con la representación de ese movimiento.
En
conclusión, en el AMS se encontraría una representación motora del plan en su
nivel más abstracto (secuenciando los distintos componentes); después, en la
corteza premotora, se codificarían los distintos movimientos necesarios para
ejecutar el plan motor y posteriormente, en la corteza motora primaria se
ejecutarían las órdenes para mover los músculos.
Estas
dos áreas también se diferencian por su papel en la iniciación de movimientos
guiados por metas externas o internas. En nuestra vida diaria, distintas
acciones compiten a la hora de ser ejecutadas y nuestro organismo consigue un
equilibrio entre las distintas acciones posibles a realizar, sobre todo
aquellas guiadas de forma interna.
Fuente información:
Calvo Merino, B., Neurología Cognitiva, Sanz y Torres, Uned, 2014.