viernes, 17 de agosto de 2018

Lateralización hemisférica en el procesamiento emocional




Uno de los primeros indicios sobre la lateralización de las emociones procedió de observaciones clínicas en pacientes con lesiones unilaterales en uno u otro hemisferio.
Goldstein describió los síntomas de ansiedad, agitación y tristeza asociados a cuadros depresivos, que presentaban con frecuencia los pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo. Estas observaciones se complementaron con otras sobre el hemisferio derecho en el que se apreciaba un cuadro opuesto de indiferencia y despreocupación, acompañado frecuentemente de un estado de ánimo eufórico.

Interpretaciones alternativas a estas observaciones derivaron en las dos principales hipótesis actuales en pugna sobre la lateralización hemisférica del procesamiento emocional: 

- La hipótesis de la dominancia del hemisferio derecho, que postula que éste está especializado de forma general en el procesamiento emocional, tanto de valencia positiva como negativa.

Hay que destacar además que existen numerosas evidencias que apoyan la idea de una superioridad del hemisferio derecho en el procesamiento emocional, que incluye tanto la comprensión de las emociones como la expresión emocional. Parece que hay una clara especialización del hemisferio derecho tanto en el reconocimiento del significado emocional de las expresiones faciales como en el de la prosodia o entonación que se usa al hablar. Se ha postulado la existencia en el hemisferio derecho de mecanismos que permiten descodificar la información emocional y otorgarle significado, a lo que ha denominado repertorio afectivo no-verbal, de un modo similar a los que existen en el hemisferio izquierdo para el procesamiento lingüístico.

En cuanto a la producción de expresiones faciales emocionales, hay también numerosos datos que apuntan a que el lado izquierdo de la cara es más expresivo que el derecho, lo que sugiere que el hemisferio derecho es superior en el control de los músculos faciales responsables de la expresión emocional.

- La hipótesis de la valencia, según la cual cada uno de los hemisferios está especializado en el procesamiento de valencias emocionales distintas, con una dominancia del hemisferio izquierdo en el de emociones positivas y del hemisferio derecho en el de emociones negativas.

Según esta hipótesis, la experiencia emocional estaría mediada por redes modulares distribuidas anatómicamente, compuestas de tres módulos principales: uno que determina la valencia, otro que controla los niveles de activación y un tercero que media las respuestas motoras, activando conductas de aproximación o de evitación. Estos tres módulos estarían lateralizados.


Recomiendo lectura:
Juan Pedro Sánchez-Navarro  y Francisco Román
Anales de psicología 2004, vol. 20, nº 2 (diciembre), 223-240




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