El lóbulo frontal es
considerado el director y regulador de las actividades del sistema nervioso.
Ocupa un tercio de la superficie del cerebro y se encuentra delante de la
cisura central por encima de la cisura lateral. Se encarga de controlar las demás áreas del cerebro. Entre sus principales actividades está programar y regular los procesos cognitivos
complejos, regular la atención, el correcto desenvolvimiento de las funciones
ejecutivas y siempre en conexión recíproca con otras áreas
como el tálamo, ganglios y sistema límbico.
El lóbulo cerebral se divide en el área prefrontal y la corteza motora.
El área prefrontal
Es el centro más importante del cerebro, regula los procesos cognitivos del ser humano. Siendo la parte anterior del lóbulo frontal su función es guía todos los procesos cognitivos. Responsable de planificar, coordinar, ejecutar y supervisar los procesos cognitivos incluso los más abstractos y complejos. Dirige la actividad mental humana y tiene conexiones establecidas con el resto del cerebro.
Tipos de conexiones:
- Córtico-frontales: reciben información de los lóbulos cerebrales facilitando el plan de acción.
- Córtico-subcorticales: se establecen conexiones con,
El área prefrontal del cerebro es el máximo responsable de los procesos cognitivos y de la conducta humana generando con su funcionamiento las denominadas funciones ejecutivas. El nivel de desarrollo alcanzado por el área prefrontal y la consolidación de la corteza asociativa influirá en la madurez neuropsicológica del niño.
Dentro del área prefrontal
se han determinado tres áreas funcionales cuya principal tarea es el control
de dichas funciones ejecutivas:
- Dorsolateral: Área localizada bajo el hueso frontal que se activa principalmente al realizarse actividades complejas. Se especializa en las funciones ejecutivas de flexibilidad mental, formación de conceptos, planificación de tareas, organización temporal del comportamiento, razonamiento, memoria operativa, capacidad de inhibición, generación de acciones voluntarias y ejecución dual de tareas.
- Cingulada: Área situada en las caras internas de la zona prefrontal que se relaciona especialmente con las funciones ejecutivas motivacionales, atención sostenida e intencionalidad. Interviene incluso en el lenguaje.
- Orbitaria: Área ubicada en la base de los lóbulos frontales, tiene una estrecha relación con el sistema límbico e interviene en las funciones ejecutivas de regulación emocional, sentido ético y autoconciencia.
De producirse una lesión en
el área prefrontal se alteraría la capacidad del ser humano para programar el
comportamiento, decidir y programar voluntariamente actividades, de mantener y
controlar la atención, capacidad de tomar decisiones, programar objetivos,
establecer metas, etc. y quedaría reflejado en una pérdida de la capacidad de
establecer un proyecto de vida.
Por otro lado hay que destacar que seres humanos poseemos dos tipos de intelecto que son activados según la complejidad y novedad de las acciones a realizar:
Por otro lado hay que destacar que seres humanos poseemos dos tipos de intelecto que son activados según la complejidad y novedad de las acciones a realizar:
- Intelecto estático: Utilizado en acciones rutinarias donde no hace falta el uso de un alto nivel cognitivo. Se observa que la actividad metabólica de la zona prefrontal del cerebro no se estimula ni activa significativamente ya que en estos casos interviene más el subcórtex o cerebelo.
- Intelecto dinámico: Utilizado al realizar acciones o tareas nuevas y de mayor complejidad en donde se hace necesario utilizar en mayor cantidad el intelecto. La actividad metabólica de la zona prefrontal del cerebro se activa en un alto grado. Al activar este tipo de intelecto se activan procesos diversos como: conceptualización, establecimiento de hipótesis, búsqueda de estrategias para solucionar problemas, elección de acciones futuras, etc. El sistema ejecutivo está estrechamente vinculado con la activación y acción del intelecto dinámico. Estas funciones del cerebro son capacidades mentales esenciales para llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y aceptada socialmente.
La corteza motora
La corteza motora puede dividirse en:
La corteza motora primaria (M1). Responsable de la generación de los impulsos neuronales que controlan la ejecución del movimiento. Es una región cerebral que en los seres humanos se encuentra en la parte posterior del lóbulo frontal. Trabaja conjuntamente con las áreas premotoras para planificar y ejecutar los movimientos. Contiene neuronas de gran tamaño conocidas como células de Beltz, cuyos largos axones descienden hacia la médula espinal para establecer sinapsis con las motoneuronas alfa, que a su vez están conectadas a los músculos.
La corteza parietal posterior. Encargada de transformar la información visual en instrucciones motoras.
La corteza premotora (PMA). Se denomina también Área Motora Suplementaria o Área Motora
Extrapiramidal y se encarga de guiar los
movimientos y el control de los músculos proximales y del tronco corporal.
Área motora suplementaria (AMS). Encargada
de la planificación y coordinación de movimientos complejos, como por ejemplo,
aquellos que requieren el uso de ambas manos.