"La
metacognición se refiere al conocimiento y control de la cognición. La
capacidad de reflexión, de volver sobre sí misma y tomarse como objeto de
conocimiento y mejora."
Antes de introducirnos en el término de metacognición conviene hacer una referencia sobre: ¿qué es la cognición? ¿cuál es la diferencia entre cognición y metacognición?
Antes de introducirnos en el término de metacognición conviene hacer una referencia sobre: ¿qué es la cognición? ¿cuál es la diferencia entre cognición y metacognición?
La cognición hace referencia al funcionamiento intelectual de la mente humana e implica tener algunas habilidades o capacidades cognitivas. La cognición es la facultad, consciente o inconsciente, de tomar la información que se recibe, y procesarla en base a conocimientos previamente adquiridos. Los procesos cognitivos están altamente relacionados con los procesos mentales de percibir, recordar, creer o desear.
Por otro lado, la metacognición se refiere a la conciencia y al control consciente de estas habilidades cognitivas. Las capacidades metacognitivas controlan, dirigen, mejoran y aplican la resolución de problemas sobre las capacidades cognitivas. Podemos destacar: la meta-percepción, la meta-atención, la meta-memoria y la meta-comprensión.
Uno de los procesos cognitivos que llevamos a cabo durante toda nuestra vida es el proceso de aprendizaje. Mientras las estrategias cognitivas inciden directamente en los procesos de aprendizaje (cognición), las estrategias metacognitivas permiten observar, controlar y evaluar la marcha de tales procesos (metacognición), así como aplicarlos a nuevas situaciones. La relación, por tanto, entre ambos niveles, en principio, resulta clara: la metacognición es requisito de la cognición eficaz porque se superpone como control regulador antes (planificación), durante (supervisión) y después (evaluación) de la actividad cognitiva como tal. Por tanto, la metacognición es una adquisición adaptativa de la mente humana que nos capacita para conocer los procesos cognitivos, motivacionales y emocionales sobre las propias capacidades y limitaciones, comportamientos y valoraciones.
Hay una diferenciación dimensional clara entre lo que sería el conocimiento de los aspectos sobre la persona, la tarea-estrategia y el contexto y, el control de la actividad cognitiva: la planificación, la supervisión y la evaluación.
La metacognición entendida como control se refiere a los procesos de autorregulación utilizados por una persona en situaciones de aprendizaje y resolución de problemas. El
término de metacognición fue introducido en la década de los 70 por Flavell. Su
primera definición del concepto “metacognición” incluía los siguientes
componentes (Flavell, 1976: 232):
- Conocimiento de los procesos cognitivos de uno mismo.
- Control y regulación de estos procesos.
- Desarrollo u orientación en función a una meta u objetivo concreto.
”Metacognición
se refiere al conocimiento de uno mismo respecto de los propios procesos
cognitivos y sus productos o a cualquier cosa relacionada con ellos, por
ejemplo, las propiedades de la información o los datos relevantes para el
aprendizaje… Metacognición se refiere, entre otras cosas, al control
activo y a la consecuente regulación y orquestación de estos procesos en
relación con los objetos de conocimiento a los que se refieren,
normalmente al servicio de alguna meta concreta u objetivo” (Flavell,
1976: 232).
Por
lo tanto, la metacognición hace referencia a la
capacidad del sujeto de comprender la forma en la que piensa y aprende, con el fin de obtener mejores resultados. Las estrategias metacognitivas nos capacitan para generalizar
nuestros conocimientos específicos aprendidos en un contexto e inferir estos conocimientos a otras áreas distintas de la aprendida. Además, nos
ayudan a discernir entre lo que conocemos y lo que no
conocemos. También, nos permite controlar los procedimientos de obtención
y comprensión de la nueva información y dar conciencia sobre la tarea
que se va a realizar.
Las capacidades para reflexionar sobre nuestros propios procesos mentales tienen importantes implicaciones educativas. Los aspectos cognitivos y metacognitivos del funcionamiento estratégico, suponen una dinámica interactiva que determina las posibilidades y las limitaciones del aprendizaje.
Para finalizar, otro aspecto muy importante en el aprendizaje dentro del plano interno o personal que es el factor afectivo-motivacional: la actitud estratégica. De nada sirve que alguien conozca cómo conducirse estratégicamente para ser eficaz en el aprendizaje si no está motivado para hacerlo así.
Fuentes bibliográficas:
Lopez Aloso, C. y Matesanz del Barrio, M. (Eds) (2009). Las plataformas de
aprendizaje. Del mito a la realidad. Madrid: Biblioteca Nueva. pp. 21-44.
Mayor,
J., Suengas, A., y González-Marqués, J. (1993). Estrategias Metacognitivas.
Aprender a aprender y aprender a pensar. Ed. Síntesis Psicología. Madrid.
Flavell,
J. H. (1976). Metacognitive aspects of problem solving. En: L. B. Resnik
(ed.). The nature of intelligence (pp. 231-235). Hillsdale, N.J.:
Erlbaum.
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