“Saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”
Paulo Freire.
En la actualidad, tenemos bastantes datos de lo que ocurre en nuestro cerebro cuando aprendemos, pero no tantos de cómo enseñar. El cerebro es la estructura viva más compleja del ser humano. Esta estructura pone límites a los aprendizajes, determinando lo que se puede aprender, en qué momentos y con qué rapidez. Por esta razón, es preciso explicar y comprender los procesos cerebrales de la memoria, las emociones y los sentimientos que están en la base de los aprendizajes. La comprensión de estos procesos podría transformar las estrategias pedagógicas y generar programas adecuados a las características de las personas y sus necesidades.
Los aprendizajes y enseñanzas, la transmisión cultural y la educación son naturales en el hombre.
Desde los "homo sapiens" se han ido desarrollando procesos
cognitivos que han permitido al ser humano ser capaz de ponerse en el lugar mental del otro, aprendiendo
no sólo del otro, sino a través del otro. Esta evolución de las capacidades
cognitivas ha posibilitado las diversas formas de aprendizaje cultural, la creación
de herramientas y artefactos cada vez más innovadores y creativos, así como las
tradiciones culturales. Con la capacidad cognitiva-social, el ser humano ha llegado a comprender la comunicación interpersonal y la interacción social.
En relación con los procesos de enseñanza-aprendizaje, estas capacidades adquiridas por el ser humano han permitido el desarrollo de las relaciones
interpersonales. En el proceso de enseñar y aprender hay una intercomunicación continua en la que podemos interpretar el
comportamiento del otro, suponiendo que tiene estados mentales, como opiniones,
creencias, deseos, intenciones, intereses, sentimientos. El cerebro dispone de
redes neurales especializadas, que nos permiten crear ingeniosas hipótesis
sobre cómo opera la mente de otras personas. A partir de estas hipótesis
anticipamos y predecimos con acierto las conductas de los demás. Nacemos con "universales cognitivos" que se basan en módulos o sistemas neuronales,
congénitamente dispuestos para formar representaciones mentales de los objetos,
las personas, el lenguaje, las matemáticas y las relaciones espaciales.
Además, es importante destacar el papel de las llamadas neuronas espejo que forman parte de un sistema de
redes neuronales que posibilita la percepción-ejecución-intención-emoción. Cuando una
persona ve a otra realizar una acción, se provoca en el cerebro del observador
la acción equivalente, evocando a su vez la intención con ella asociada. Somos
criaturas sociales y nuestra supervivencia depende de entender las intenciones
y emociones que traducen las conductas manifiestas de los demás.
Por estas razones, en "el arte de enseñar" tenemos como meta "crear posibilidades". Potenciar los propios pensamientos, sentimientos y comportamientos de la persona que aprende. Tenemos que transmitir conocimientos de la manera que el alumno los pueda hacer propios. Para ello, el profesor tiene que ponerse en la mente del alumno,
inferir su nivel de conocimientos, sus preocupaciones e intereses, suponer lo
que el alumno ya sabe, y lo que quizá desee saber. Ponemos en juego un conjunto
de estrategias para lograr una comunicación eficaz: queremos llamar la atención
del alumno en nuestro mensaje, porque lo consideramos importante; utilizamos
variados recursos para hacerlo de forma interesante; sobre la marcha, continuamente hacemos inferencias sobre si entienden e interesa; introducimos
modificaciones en el curso de la acción para mejorarla; nos sentimos más o
menos satisfechos con lo realizado. La capacidad para interpretar adecuadamente
la mente del alumno y actuar en consecuencia resulta esencial en la tarea de
profesor.
Fuente de información:
Emilio García García. Desarrollo de la mente: Filogénesis, Sociogénesis y Ontogénesis. Departamento de Psicología Básica. Procesos Cognitivos.
Universidad Complutense. Madrid. Maceiras, M. y Méndez, L. (Coordinadores). Ciencia e investigación en la sociedad actual. Salamanca: Editorial San Esteban, 2010.
Más información sobre neuronas espejo: Uríbarri Bilbao, Gabino; Cortina Orts, Adela; Triviño Mosquera, Mónica; y otros. Neurociencia, neuroética y biética. pág. 57
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