Los programas de investigación desde la perspectiva filogenética se han de completar con las investigaciones sociogenéticas y ontogenéticas para alcanzar mejoras en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La estructura y funcionamiento de la mente humana es resultado de un largo proceso evolutivo de millones de años. Además, el conjunto de capacidades intelectuales se constituye de modo personal e irrepetible en el desarrollo ontogenético, en el ciclo vital de cada persona en interacción con las demás y con los productos culturales.
De este largo y complejo proceso evolutivo han surgido todos
los aprendizajes, desde los más básicos que compartimos con otros animales, hasta las capacidades mentales
superiores cognitivas y lingüísticas, específicamente humanas. El desarrollo de las capacidades cognitivas, lingüísticas y sociales ha permitido crear y transmitir la cultura, desde las primitivas herramientas de
piedra hasta llegar a las ciencias, tecnologías, humanidades y artes. El cerebro humano dispone de unas capacidades mentales que permiten interpretar y predecir la conducta de
los otros. Gracias a estas capacidades nos comunicamos e interaccionamos,
producimos y transmitimos la cultura y, su vez, los avances culturales,
artefactos, símbolos y tradiciones, constituyen el entorno natural para el
desarrollo de las capacidades mentales diferenciadas.
El proceso filogenético evolutivo de
millones de años
A
raíz de este proceso surgió una capacidad cognitiva exclusiva de la especie
humana: la capacidad del individuo para
identificarse con los otros miembros de su especie, que le permite
comprender a los demás como agentes intencionales y mentales. Esta capacidad de
ver y comprender a otras personas cambió radicalmente el proceso de evolución
cognitiva y la naturaleza de las interacciones sociales, dando lugar a una
forma singular de evolución cultural a través del tiempo histórico
(Sociogénesis).
El proceso de sociogénesis, la capacidad
cognitiva-social
La capacidad cognitiva-social posibilitó la generación y transmisión de la cultura, herramientas,
símbolos y tradiciones a las nuevas generaciones, en un continuado proceso de innovaciones y mejoras, de progreso
humano. Gracias a los procesos educativos
de transmisión de los aprendizajes culturales se ha modificado sustancialmente la
naturaleza del proceso ontogenético, en el que se desarrollan las nuevas
generaciones.
La experiencia de la filogenia ha
producido las prefijaciones de la ontogenia
Los procesos
o funciones mentales diferenciadas, como propiedades de sistemas neuronales que
se han conformado progresivamente en la Filogénesis, han surgido como respuestas adaptativas
para resolver los distintos tipos de problemas hasta dar con nuestro cerebro-mente.
Los aprendizajes y enseñanzas, la transmisión cultural y la educación son naturales en el ser humano. El cerebro es una estructura viva compleja que pone límites a los aprendizajes. Por ello, es preciso explicar y comprender los procesos cerebrales que están en la base del aprendizaje para transformarlos en estrategias pedagógicas y programas adecuados a las características de las personas y en sus necesidades específicas.
Los aprendizajes y enseñanzas, la transmisión cultural y la educación son naturales en el ser humano. El cerebro es una estructura viva compleja que pone límites a los aprendizajes. Por ello, es preciso explicar y comprender los procesos cerebrales que están en la base del aprendizaje para transformarlos en estrategias pedagógicas y programas adecuados a las características de las personas y en sus necesidades específicas.
Fuente de información:
Emilio García García. Desarrollo de la mente: Filogénesis, Sociogénesis y Ontogénesis. Departamento de Psicología Básica. Procesos Cognitivos.
Universidad Complutense. Madrid. Maceiras, M. y Méndez, L. (Coordinadores). Ciencia e investigación en la sociedad actual. Salamanca: Editorial San Esteban, 2010.