Quien tenga una familia que le apoye día a día y optimismo,
siéntase afortunado!
El
desempleo es una telaraña que te enreda poco a poco y cuando quieres darte
cuenta, estás del todo apresado. Hay que tener una autoestima muy alta y un
apoyo familiar muy fuerte para no caer preso de ella. La palabra “optimismo” es
un concepto muy actual y en boca de todos pero es cierto que es el aspecto
psicológico más importante en situaciones de desempleo que viven gran parte de
los españoles en la actualidad. Es muy triste escuchar a personas que ya no
tienen ninguna esperanza y se encierran en una profunda soledad dañando
gravemente su autoestima. Me cuesta decir cómo se puede ayudar a personas que
ya no tienen ninguna esperanza y que lo único que piensan es en culparse porque
no pueden dar “no unas vacaciones”,
sino unos estudios o las necesidades diarias de alimentación y cuidado a sus
hijos.
Lo único que puedo decirles es que “no hay que perder la esperanza”. Las personas que ya vamos
cumpliendo años debemos creernos que toda nuestra experiencia es necesaria para
la sociedad y lo tenemos que demostrar, aunque las arañas estructurales que han
surgido nos lo impidan. Para salir delante de esta situación, el apoyo familiar
es fundamental y otro gran apoyo es la unión entre personas en similares
circunstancias a las nuestras. Hay que salir del refugio en el que nos
recogemos cuando vemos o creemos que ya no hay salida y “mirar hacia delante”. Es necesario porque de lo contrario nuestra
baja autoestima y culpabilidad adquirida acabarán con nuestra persona, es
decir, con “nuestra dignidad”.
Somos personas dignas y personas que vivimos en un país que
cuando hay realmente grandes problemas “sabemos
ser solidarios” porque nos sale del carácter cultivado. “Tenemos que unirnos y cooperar” y esta
unión y cooperación puede expresarse en forma de trabajo. Si nos unimos
personas sin empleo, podemos “crear un
nuevo proyecto juntos” que seguro será una gran creación para la sociedad,
y muchas veces, necesaria aunque todavía no lo sepamos. Y si ya tenemos nuestro
proyecto emprendido, unámonos también y que “tu iniciativa junto con la mía, muevan el entorno”.
Como ya he indicado en el título, “familia y optimismo”, aunque solo sea por nuestra salud que es lo
más importante.
Aránzazu Ibáñez.
aranzazu5
Bien dicho, necesitamos más artículos como éste a fin de escampar que la esperanza es un bien preciado que puede acompañarnos si así lo decidimos nosotros. Gracias, Aranzazu
ResponderEliminarGracias Maite. ¡Qué pases un feliz día!
EliminarUn saludo,
Arancha.