“Las emociones influyen en nuestros proceso de decisiones y razonamiento”
El modelo del Marcador Somático de Antonio Damasio trata de explicar el papel de las emociones en la toma de decisiones, su relación con las funciones ejecutivas y el papel de los lóbulos frontales.
Esta hipótesis surge de la necesidad de explicar algunos hallazgos
clínicos como la existencia de pacientes que, a pesar de tener conservadas su
capacidad intelectual, su capacidad de razonamiento, el lenguaje, la memoria
operativa y la atención básica, sus dificultades en la vida cotidiana son
evidentes, presentando graves problemas en la toma de decisiones, en el dominio
personal y social. Todos ellos suelen presentar lesiones en las regiones
ventromediales de la corteza prefrontal. Son pacientes que presentan
dificultades para expresar emociones y, fundamentalmente, una grave dificultad
para tomar decisiones acertadas y adaptadas en su vida cotidiana. (Damasio,
1996; Damasio, Tranel, y Damasio, 1991, 1998)
Javier Tirapu et al. (2002) en
su revisión recoge que cuando hablamos de toma de decisión se da por sentado
que quien decide, posee conocimientos sobre la situación que requiere una decisión,
sobre las distintas opciones de acción y sobre las consecuencias inmediatas y
futuras de cada una de estas opciones. En este sentido, el marcador somático
forzaría la atención hacia las consecuencias a las que puede conducir una
acción determinada, funcionando como una señal de alarma automática ante lo
inadecuado de algunas decisiones. Esta señal básicamente emocional puede
llevarnos a rechazar inmediatamente el curso de la acción, con lo que nos
guiará hacia otras alternativas.
Los marcadores somáticos se cruzan con las
funciones ejecutivas en el campo de la deliberación, ya que resultan
fundamentales a la hora de tomar decisiones y resaltar unas opciones sobre
otras. Si las emociones se relacionan con el cuerpo y estas emociones señalan
caminos en las decisiones, de ahí el término de Marcador Somático.
Fuentes de información:
- Damasio, A.R. (1996). El error de Descartes. Barcelona: Crítica.
- Tirapu, J., Muñoz-Cespedes, J.M., Y Peligrín, C. (2002). Funciones ejecutivas: necesidad de una integración conceptual. Revista de Neurología, 34(7), 673-685.
- Enríquez de Valenzuela, P., Neurociencia Cognitiva, Ed. Sanz y Torres, s.l, Uned, 277-278.
Recomendación: Tirapu, J., García, A., Ríos, M. y Ardilla, A. (2012). Neuropsicología de la corteza prefrontal y las funciones ejecutivas. Barcelona. Viguera.
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