-La Neurociencia pretende comprender el funcionamiento de los procesos cerebrales subyacentes a las conductas, como la sensación, el aprendizaje y las emociones-
“La neurociencia
estudia el funcionamiento cerebral desde un punto de vista multidisciplinario,
esto es, mediante el aporte de disciplinas no excluyentes como la física, la
química, la biología, la neurología, la genética, la informática, la
psiquiatría y la (neuro) psicología. Todas estas aproximaciones, dentro de una
nueva concepción de la mente humana, son necesarias para comprender los
procesos mentales, particularmente los más complejos como la inteligencia, la
conciencia, la personalidad o las emociones.” [Javier
Tirapu Ustárroz, Neuropsicología - neurociencia y las ciencias
"Psi" Cuad.
neuropsicol. vol.5 no.1 Santiago 2011]
Dentro de la Psicología, la corriente
biológica guía a los psicólogos que buscan las causas del
comportamiento en la actividad de los genes, el cerebro y los sistemas nervioso
y endocrino. Esta corriente admite que los fenómenos psicológicos y
sociales se pueden entender en última instancia como procesos bioquímicos, por
lo que, las experiencias y conductas se entienden en gran medida como resultado
de actividades químicas y eléctricas que tienen lugar en y entre las células
nerviosas. La conducta, por tanto, está determinada por estructuras y
procesos básicos.
Muchos investigadores que adoptan
esta corriente biológica hacen contribuciones al campo multidisciplinario de las neurociencias de la
conducta que
pretenden comprender los procesos cerebrales de las conductas como la sensación, el aprendizaje y
las emociones.
Profundizando más en la multidisciplinariedad de la neurociencia,
es importante destacar el avance de las nuevas técnicas de imagenología
cerebral que han desarrollado notables descubrimientos en el campo de
las neurociencias
cognitivas, interesadas en la investigación de las bases cerebrales de las
funciones cognitivas superiores, como son la memoria, el pensamiento y el
lenguaje.
En el periodo de la adolescencia nos encontramos ante una etapa de gran desarrollo neurohormonal que afecta a diferentes áreas cerebrales, sobre todo a las áreas prefrontales y cerebelosas, responsables del aprendizaje y de la adaptabilidad motriz.
Existen diferentes áreas cerebrales cuyo cambio en la etapa adolescente podría implicar directamente la forma y contenido de la enseñanza escolar puesto que afectan directamente a funciones como, por ejemplo:
1- La maduración del striatum, muy orientada a regular los comportamientos motivacionales de premio y recompensa, tan importantes en los adolescentes, en los que el tiempo corre de diferente manera.
2- La maduración del cuerpo calloso, que permite la mayor integración de las funciones entre ambos hemisferios.
3- El cerebelo contribuyendo a madurar todos los procesos de adaptabilidad del comportamiento motor, sea en actividades de movimientos globales de nuestros cuerpo sea en afinar los movimientos más complejos en orden a conseguir una conducta motriz compleja, como por ejemplo, tocar el piano. Existe un consenso cada vez mayor entre los científicos sobre la importancia del cerebelo en el aprendizaje y memoria motrices.
4- El desarrollo masivo de la glándula pineal que conlleva una alteración del ritmo de sueño, que debería tenerse en cuenta sobre todo debido a los cambios hormonales de la pubertad lo que hace que el inicio del sueño se retrase (probablemente como consecuencia de una acumulación de oleamida, sustancia que tiene un efecto retardador sobre el inicio del sueño).
5- Por último la maduración del córtex prefrontal que permitirá,por un lado, acceder a las funciones más complejas del ser humano (razonamiento, lógica, funciones ejecutivas, atención, etc.) y,por otro, regular la conducta emocional asociada a las situaciones sociales.
La adolescencia es una etapa de la vida en la que los tiempos de descanso, reflexión y autocontrol serán de gran importancia para la asimilación y elaboración de la información y para que la poda neuronal de las sinapsis no utilizadas de las áreas anteriores tenga un resultado eficaz en el plano educacional. Es la etapa en la que un buen desarrollo cerebral afianzará de forma permanente los procesos cognitivos.