viernes, 22 de noviembre de 2013

La motivación y la fuerza de voluntad en la adolescencia

 

¿Cómo mantener la motivación y seguir avanzando hacia la consecución
de un objetivo?

Todo es cuestión de
planificar bien las cosas,
tener expectativas realistas y
ser perseverante.



He aquí lo que necesitas hacer:


Fíjate un objetivo. Empieza anotando lo que quieres conseguir: tu meta principal, lo que deseas que se haga realidad.

Está bien soñar a lo grande -es la forma en que mucha gente consigue lo que desea. Lo único que debes recordar es que, cuanto más ambiciosa sea la meta que te fijes, más tendrás que esforzarte para alcanzarla.

El objetivo que te plantees debe ser específico y realista. La gente a menudo abandona sus objetivos porque sus expectativas son poco razonables. Parte de la capacidad de mantener la motivación depende de ser realista sobre lo que uno puede conseguir dentro del período de tiempo que se ha fijado.

Escríbelo. Pon tu objetivo específico por escrito. Luego vuélvelo a escribir. Una y otra vez. Las investigaciones muestran que escribir un objetivo forma parte del proceso mental de comprometerse a cumplirlo. Escribe tu objetivo cada día para no pederlo de vista y para recordarte a ti mismo lo mucho que deseas alcanzarlo.

Fragméntalo en objetivos parciales. Todo cambio requiere autodisciplina. Necesitas dedicar una atención constante para no apartarte de tu propósito. Una forma de allanar el camino es dividir el objetivo en pequeños pasos. El hecho de ir alcanzando frecuentemente pequeños objetivos es algo digno de celebrar. Te transmitirá confianza, seguridad en ti mismo, ánimos y motivación para seguir haciendo lo que te hayas propuesto hacer. De modo que recompénsate por cada objetivo parcial que vayas alcanzando.
Anota también los objetivos parciales para poder hacer un seguimiento de lo que necesitas hacer, registrar los logros parciales a medida que los vayas cumpliendo y disfrutar sabiendo que te vas acercando a la gran meta. (El hecho de escribir los pasos específicos tiene otra ventaja -si notas que te flaquea la voluntad, puedes echar un vistazo a tu lista para comprobar el camino que ya llevas andado, animarte y reorientarte).

Comprueba tus progresos. Ahora que has dividido tu objetivo en una serie de objetivos parciales, comprueba tus progresos cada día. Cuando cumplas un objetivo parcial, márcalo en tu lista. ¡Ya estoy a mitad de camino para lograr mi objetivo! Recompénsate con algo que te prometiste cuando te fijaste el objetivo. ¡Saborea el éxito! Y luego piensa en cómo vas a lograr el resto de tu objetivo.

Si tienes un resbalón o te falla la voluntad, vuélvete a comprometer con tu objetivo. Si tienes un resbalón, no tires la toalla. Perdónate a ti mismo y organiza un plan para volver a retomar el camino que te llevará a tu objetivo. Date unas palmaditas en la espalda por el camino que ya llevas andado. No te machaques ni seas demasiado duro contigo, independientemente de lo que te hayas desviado del camino que te habías trazado. La mayoría de la gente tiene algún resbalón cuando intenta introducir algún cambio en su vida -es una parte natural del proceso.

El hecho de escribir las tareas diarias y los objetivos parciales también ayuda en este punto, porque, si llevas un registro de tus progresos, enseguida te darás cuenta cuando tengas un resbalón, lo que te hará más fácil retomar el camino hacia tu objetivo. Y sabrás exactamente cuándo te has salido del camino. ¿Y si tienes un resbalón tras otro? Pregúntate a tu mismo si estás realmente comprometido con tu objetivo. Si la respuesta es afirmativa, vuélvete a comprometer -y ponlo por escrito. El proceso de escribirlo todo también te puede ayudar a descubrir si estás o no realmente comprometido con un objetivo.

Tómate los traspiés y resbalones como lecciones o recordatorios de por qué estás intentando hacer un cambio. Si te sales del plan trazado, no lo interpretes como un fracaso sino como una oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti mismo. Supongamos que tu meta es no pelearte tanto con tu hermano o hermana. Tal vez aprendas que es mejor decir: "Ahora no puedo hablar sobre eso" y tomarte tu tiempo para tranquilizarte cuando notes que estás empezando a perder los estribos.

Mantén una actitud positiva. Imagínate o sueña cumpliendo tu objetivo. La imaginación ayuda a no perder de vista lo que uno está intentando lograr. Ayuda mucho creer que es posible. Y también podrás recuperar tu imagen mental cuando te flaquee la voluntad o sientas que te falta motivación.

El pensamiento positivo y el lenguaje interno también son buenos aliados de la motivación, al favorecer la adopción de una actitud positiva.

Búscate un compañero. Otro gran estímulo es encontrar gente que te apoye y anime. Búscate un compañero que se haya propuesto un objetivo similar al tuyo para que os podáis apoyar mutuamente. Poder contar con alguien que comparte tu objetivo puede marcar la diferencia cuando te falle la voluntad. Si no estás obteniendo el apoyo y los ánimos que necesitas de la gente que te rodea, tal vez necesites tomarte un respiro de una amistad en concreto y rodearte de personas que quieran ayudarte a alcanzar tu objetivo. Por ejemplo, si vas cada jueves a casa de un compañero para estudiar juntos al salir de clase, pero últimamente a tu amigo le ha dado por poner la televisión, participar en chats de Internet o colgarse del teléfono ignorando tus ruegos de que es hora de estudiar, ha llegado el momento de cambiar de compañero de estudios. No podrás centrarte en tu objetivo si tu amigo no comparte ese objetivo -o, todavía peor, intenta alejarte de él. Busca otra persona que comparta tus objetivos y que se haya marcado un camino similar.

¡No tires la toalla!

Poner fin a un comportamiento insano o aprender a hacer algo nuevo y emocionante, a fin de cuentas, no es más que asumir la responsabilidad de nuestras vidas. Encontrar la motivación para hacerlo no es necesariamente fácil pero siempre es posible. Puedes mantener la motivación anotando tus objetivos, perseverando en el plan que te traces y recordándote a ti mismo qué te llevó en un principio a fijarte ese objetivo. Los cambios son emocionantes. ¡Si no, la vida sería muy aburrida! ¡Buena suerte en la consecución de tus objetivos!


Por: Aránzazu Ibáñez


2 comentarios:

  1. Muy buen post Arancha, no sólo para los adolescentes si no para cualquiera que quiera alcanzar un objetivo que se le resiste.

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